Con motivo de la reciente celebración del Día del Amor y la Amistad, en el artículo anterior expusimos algunas reflexiones relacionadas con este tema, centrándonos mayormente en la amistad entre mujeres. En este blog continuamos compartiendo los pensamientos que nos han transmitido algunas de las integrantes de la Comunidad de Un Día Por Todas, así como algunas voluntarias de nuestra organización, pero en esta ocasión centrándonos en el amor de pareja.
Muchas gracias a todas las personas que participaron con sus respuestas, nos da mucho gusto compartir sus pensamientos y experiencias tan enriquecedoras:
En esta ocasión, comenzaremos con Grace, quien nos comentó: “El amor verdadero pasa de ser un sentimiento a una decisión con el tiempo. Se fortalece con voluntad y detalles, y puede convertir a dos almas en una sola, si buscan el mismo sentido a su vivir”.
Por otra parte, Olga Zamora nos comentó que el amor verdadero es el amor que una persona expresa como donación de sí mismo. Dijo también: “En la vocación del matrimonio, el amor verdadero es el amor de los esposos que se olvidan de sí mismos para hacer feliz al otro, y, en consecuencia, ambos se saben y sienten amados. Es un sí comprometido, en las buenas y en las no tan buenas”.
Alison González explicó que ella piensa que el amor entre un hombre y una mujer es algo que se puede acercar al concepto de perfección. Así lo expresó: “Si bien no conozco ninguna pareja perfecta, es cierto que el amor entre un hombre y una mujer, cuando es libre y entregado, es sublime. Es algo grande y trascendente que nos invita siempre a ser mejores”. Por eso, explicó que es perfecto, porque el amor te moldea y cada vez te acerca más a lo verdadero, a lo bello y a lo bueno.
Por su parte, Mayela Sepúlveda expresó que el amor verdadero no es lo que vemos en las películas de Hollywood. Comentó que es verdad que al inicio existe ese enamoramiento y que se sienten esas mariposas que vemos en las películas, pero el amor que es real va transformándose. Ella mencionó: “El amor real es el de todos los días, el de los actos de servicio, el de escuchar al otro, de soportarle sus defectos, de saber que cuento con él/ella, de cubrirle las espaldas, de hacer de todo para que funcione, de compartir idas al cine, al café, o las cosas que les gusten a los dos”. Explicó que no sentir lo mismo que al principio de la relación no significa que el amor se acabó, sino que ha madurado, sin embargo, agregó que hay que conservar la chispa de los detalles y el afecto físico para que se mantenga.
Por último, Mónica Garza mencionó que para ella “el amor verdadero en una pareja es aquel en el que ambos procuran el bien del otro, es aquel en el que ambos procuran que el otro crezca”. Explicó que a veces esto implica renunciar a la propia satisfacción o bienestar en algunas ocasiones para lograr que la otra persona esté bien. Mencionó que esto se puede traducir en cosas muy sencillas. Por ejemplo, bajarle el volumen al televisor en la recámara para dejar dormir al otro. O bien, prepararle un té porque está enfermo de gripe. Tal vez aguantar que cante desafinado en un karaoke pues la pareja sabe que se está desestresando. Acompañarla al cine en vez de ir al fútbol o acompañarlo al fútbol en vez de ir al cine. También pueden ser ejemplos mucho más sublimes, como renunciar a la belleza física de una mujer porque se le ha extirpado un seno… o renunciar a lujos por apoyar a quien ha perdido el trabajo.
Agradecemos muchísimo sus aportaciones tan hermosas, llenas de experiencia y sabiduría. Te exhortamos a seguir tomando conciencia de que hay que celebrar el amor y la amistad en cada día y en cada detalle.
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