Fortalecer a la mujer a través de la inteligencia espiritual

Cuando hablamos de apoyar e impulsar a las mujeres para que logren su máximo potencial, en Un Día Por Todas hemos tratado de ofrecer herramientas para que puedan encontrar caminos y se sientan capaces de emprender y lograr sus metas. En esta ocasión nos encontramos con un concepto diferente que pensamos que puede ser la “cereza del pastel” para que las mujeres puedan conocerse más, comprender su persona y todo aquello que la integra. En este blog hablaremos sobre la inteligencia espiritual, que estamos seguras que es una gran herramienta que contribuirá al  fortalecimiento espiritual. 

Inicios de la inteligencia espiritual

A lo largo de la historia se han definido varios tipos de inteligencia. A finales del siglo XX, Howard Gardner habló de la teoría de las ocho inteligencias múltiples, la cual originó el estudio de la inteligencia emocional. Gracias a la difusión de los trabajos de Daniel Goleman sobre la inteligencia emocional, hoy existe un esfuerzo importante por impulsarla y desarrollarla en las personas [1].

Posteriormente, Gardner sugirió que existía otro tipo de inteligencia para la que no tenía suficientes evidencias científicas: la inteligencia existencial o trascendente. Gardner la describe como la capacidad de preguntarse por determinadas características existenciales de la condición humana, como el significado de la vida y de la muerte, el destino final del mundo físico y el mundo psicológico [2].

Sin embargo, Zohar y Marshall crean el concepto de inteligencia espiritual por la cual los seres humanos dan un significado a la realidad. La describen como la capacidad de reformular la experiencia y, por ende, la capacidad para transformar nuestra comprensión de la realidad. Según Danah Zohar los principales rasgos de la inteligencia espiritual son [3]: 

• “la capacidad de flexibilidad; 
• un grado elevado de autoconocimiento; 
• la capacidad de afrontamiento del dolor; 
• la capacidad de aprender con el sufrimiento; 
• la capacidad de inspirarse en ideas y valores; 
• el rechazo a causar daños a otros;
• la tendencia a cuestionarse la propias acciones; 
• así como la capacidad de seguir las propias ideas incluso en contra de lo establecido o convencional”.

El Dr. Francesc Torralba, quien desde el año 2010, con la publicación de su libro “Inteligencia espiritual” se ha encargado de difundir el concepto a lo largo de todo el mundo, explica que no necesariamente la inteligencia espiritual se relaciona con lo religioso, sino más bien, en cómo desarrollar el sentido de lo trascendente [4].

El Dr. Torralba recientemente dictó una conferencia en la que comentó que las personas espiritualmente inteligentes también tienen una inteligencia emocional bien desarrollada [5]. 

¿Por qué es importante desarrollar la inteligencia espiritual? 

Torralba explicó que no podemos tener una posición reduccionista en cuanto a las necesidades de una persona, ya que todas se relacionan. Señaló que el funcionamiento de todas las inteligencias se realiza en red, en una interacción en la que se accionan tanto la cognitiva como la emocional y la espiritual [6]. 

Veamos el caso de Nelson Mandela

Nelson Mandela pasó 27 años encarcelado por su lucha contra el apartheid, el sistema de segregación racial en Sudáfrica. Cuando fue liberado de la cárcel, un sentimiento que se pudiera esperar de él era la venganza y el resentimiento por haber sido encarcelado injustamente. Sin embargo, sucedió todo lo contrario, reactivó su liderazgo y comenzó a trabajar por la reconciliación nacional, incluso se cuenta la anécdota de que motivió a que existiera un equipo de futbol interracial. En lugar de vengarse, fomentó la reconciliación y el perdón. Torralba mencionó que el testimonio y comportamiento de Mandela fueron posibles gracias al grado de desarrollo de su inteligencia espiritual [7].

Cómo desarrollar la inteligencia espiritual

Torralba explicó en su ponencia los siete aspectos para desarrollar la inteligencia espiritual, los cuales también aborda en su libro. Cabe señalar que los dos primeros van como en una secuencia que lleva a la contemplación, que es el tercero, aunque pueden practicarse independientemente [8]:

1. La práctica asidua de la soledad. Torralba comentó que para cultivar la inteligencia espiritual es importante la práctica frecuente de la soledad. Resulta esencial separarse del mundo, refugiarse del ruido mundano y visitar el silencio. Para extraer lecciones oportunas para la vida, es preciso recordar el pasado con frecuencia y recapitular lo que se ha vivido, como también comparar el juicio de entonces con el de ahora, y las intenciones y aspiraciones con el resultado y la satisfacción obtenidos. La soledad también puede ser un laboratorio óptimo para desarrollar la creatividad y la imaginación. Asimismo, puede ser el preámbulo para contactarse con Dios, si eres creyente.
   
   
2. El gusto por el silencio. Torralba explicó que la experiencia del silencio interior es especialmente idónea para el cultivo de la inteligencia espiritual. El silencio favorece que nos hagamos preguntas  y recordemos experiencias que están íntimamente conectadas con la vida espiritual. La intolerancia al silencio de nuestra cultura de hoy es un claro síntoma de la pobreza espiritual que hay en ella, una expresión de que el hombre actual es incapaz de mirarse a sí mismo y preguntarse qué es lo que le da significado a su vida.
   
   
3. La contemplación. La contemplación es una actividad que tiene su punto de partida en los sentidos externos, pero va más allá del plano de la percepción. Se requiere una actitud interior de paz y de profundo recogimiento, una predisposición a recibir, a dejarse sorprender por la realidad. La persona que cultiva la contemplación estimula su inteligencia espiritual, pues al contemplar la realidad, trasciende las apariencias de las cosas, ve su lado oculto, entra en comunión con el misterio del ser.
   
   
4. El ejercicio de filosofar. Torralba explicó que todo ser humano tiene esta capacidad. Al filosofar, la inteligencia espiritual se estimula poderosamente, porque uno trata de comprender el sentido de la realidad. La condición indispensable para filosofar es la capacidad de preguntar, de cuestionarlo todo, de no suprimir, censurar o mutilar ninguna cuestión por difícil o extraña que sea. Comentó que tenemos que hacer preguntas cuyas respuestas no están en Google. Filosofar es un modo de activar la inteligencia espiritual haciendo preguntas como: ¿harías las mismas cosas de siempre si hoy fuera el último día de tu vida?
   
   
5. Otra forma de activar la Inteligencia espiritual es a través del arte. Comentó que cuando uno profundiza en una obra de arte, se encuentra con una vida espiritual activa y floreciente. Dijo que lo espiritual está oculto en la obra, en la pintura, en la escultura, en la arquitectura, pero es lo que hace posible la obra, lo que la genera. Mencionó que según Viktor Frankl, uno de los modos más comunes de dar sentido a la vida, de colmarla de significado, es a través de la creación, de la producción de una obra en la que el creador deja rastro de singularidad en ella. El artista, al crear, expresa su mundo, un mundo que emerge de su inteligencia espiritual. 
   
   
6. El diálogo. Torralba comentó que dialogar es abrirse al otro, aprender a modificar los comportamientos, a rectificar las opiniones si hay que rectificarlas, desde una nueva visión, enriquecidos con otros mundos, hechos más conscientes y más libres. Dijo que los que dialogan salen de sus mundos privados en busca de un mundo común aún cuando no estén de acuerdo con el otro. En el diálogo se manifiesta la condición humana como relación recíproca. 
   
   
7. El ejercicio físico. Torralba menciona en su libro que cuando uno practica ejercicio físico de un modo continuado, ya sea a título individual o colectivo, aprende a dominar y a canalizar sus emociones negativas, también a expresar y a comunicar adecuadamente sus emociones positivas. Además, estimula la inteligencia social, los hábitos comunicativos, y ayuda a cultivar las relaciones humanas. También menciona que todo ser humano se puede proponer objetivos tras una reflexión espiritual, pero no puede alcanzarlos sin la colaboración de su cuerpo. 
   
   
8. Experiencia de la fragilidad. Esta experiencia es uno de los contextos comunes donde se desarrolla y se estimula la inteligencia espiritual. Torralba dijo que el conocimiento de la muerte, la consideración del sufrimiento y de la miseria de la vida, son experiencias que dan el impulso más intenso a la inteligencia espiritual. Comentó que si nuestra vida no tuviera límites ni dolores, tal vez a ningún ser humano se le hubiera ocurrido la idea de preguntarse para qué existe el mundo y qué sentido tiene su existencia. Explicó que a partir del dolor San Juan de la Cruz desarrolló en la cárcel el Cántico Espiritual, y que de igual forma muchos poetas han escrito y desarrollado sus obras con terribles dolores. 
   
   
9. La música. Torralba mencionó que la atenta escucha de la música afecta a los niveles más profundos del ser. Dijo que las grandes tradiciones espirituales y religiosas se han cultivado con la música porque ven en este bello arte un modo de acceder a lo más oculto de la realidad y al fondo de las cosas. Torralba explicó que hay música que nos transporta, que es capaz de tocar las teclas del alma y que generan emociones como el llanto. 

Beneficios del desarrollo de la inteligencia espiritual

Por otra parte, los beneficios más importantes de la inteligencia espiritual según Torralba son [9]: 

• Profundidad en la mirada, lo cual es todo lo contrario a la simplificación y a la banalización. Es la habilidad que nos capacita para resolver problemas. Si hay un pensamiento simplista o simplificador no se puede ver profundamente. A más inteligencia espiritual, mayor profundidad. Entre más profunda una idea, menos palabras. 
  
  
• Crítica y autocrítica. La crítica es el gran valor de la modernidad. En la medida en que se toma distancia de sí mismo, eres mucho más capaz de criticar, de autocrítica y mejorar. 
  
  
• La calidad de los vínculos. Es clave con quién construyes tu vida, con quién haces el recorrido vital. El autor recomienda evaluar la calidad de los vínculos en la vida, discernir y tomar distancia de las relaciones que se tienen. Subraya que hay vínculos que construyen y nos edifican, pero que a veces perpetuamos vínculos de pésima calidad con tal de no estar solos.  La inteligencia espiritual desarrolla la capacidad de empatizar, de crear vínculos y relaciones.
  
  
• La capacidad de autodeterminarse. Implica determinarse o construirse a sí mismo, es un preámbulo de libertad. Convertir el proyecto mental en proyecto real, es decir, llevarlo a la práctica. 
  
  
• Entender los propios límites. Esto salva de la arrogancia, es importante la humildad, conocer tus posibilidades y tus carencias; una cosa es lo que me hubiera gustado ser y otra cosa es lo que soy. Una persona que conoce sus límites, reconoce qué necesita de los demás. 
  
  
• Vivencia plena del ahora, estar plenamente presentes en donde estamos. Esto significa tener plena presencia o plena receptividad en el ahora. “Ahora estoy orando, ahora estoy conversando, ahora estoy en una fiesta, ahora en un cementerio. Con la inteligencia espiritual tienes el beneficio de que estás donde estás, de lo contrario no vives el aquí y el ahora”.

Como puedes ver, el desarrollo de la inteligencia espiritual en una mujer contribuye a su crecimiento y a fortalecer sus capacidades. Al lograr guardar distancia y reflexionar lo que hacemos cada día, tendremos una visión más clara de lo que queremos  lograr, a dónde queremos llegar y cómo lograrlo. La inteligencia espiritual nos vuelve creativos y nos lleva a darle un sentido trascendente a nuestra vida. Recuerda que jamás habrá otra mujer igual que tú, y que ninguna otra puede ocupar tu espacio. Tú le regalas al mundo tu propia autenticidad. 

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