Mañana 10 de mayo celebraremos el Día de las Madres, y como cada año, es necesario hacer un alto en el camino para honrar a todas esas mujeres que han dicho sí a la vida. Reconocemos su entrega y amor incondicional. Si tú que nos lees eres mamá, te mandamos una gran felicitación.
Para comenzar, debemos considerar que las madres son mujeres comunes que aceptaron el reto de ser mamás. No recibieron ninguna capacitación especial para serlo, simplemente, su experiencia inició al momento de recibir a su primer hijo. Por lo tanto, no debemos olvidar que las madres son mujeres que también tienen sueños, aspiraciones y metas que desean cumplir. Asimismo, se cansan y se enferman como cualquiera.
Ciertamente, la maternidad es una de las experiencias más enriquecedoras de una mujer. Sin embargo, actualmente la sociedad en vez de apoyarla y promoverla, tiende a bombardear a las mujeres de ideas negativas sobre la maternidad. Este día de las madres, tomemos conciencia de que ser mamás en estos tiempos es de mujeres valientes y conviene expresarlo a las mamás que se encuentran a nuestro alrededor, así como brindarles nuestro apoyo constantemente.
Ahora bien, sí tú que nos lees eres mamá, no te olvides de ti misma. Recuerda que antes de ser mamá, eres mujer, y es bueno que expreses lo que tú deseas, que te tomes un tiempo para ti a lo largo del día para cargarte de baterías. No esperes a que el cansancio te invada o no puedas más para pedir apoyo y cuidarte a ti misma. Sabemos que a veces no es fácil tener un tiempo para ti y hacer lo que te gusta a lo largo del día, pero esto puede hacerte más llevaderos los deberes diarios. Te sugerimos que anotes lo que te gustaría hacer, por ejemplo: leer un poco, caminar, escuchar música, etc. Lo que a ti te guste trata de incluirlo en tus actividades diarias.
Por otra parte, recordemos que las madres llenan de esperanza al mundo y son una gran inspiración para la sociedad, ya que ellas nos recuerdan que existe el amor y apoyo incondicional. A continuación te compartimos los testimonios de dos mamás con el propósito de que reflexiones en todo lo que ha hecho tu mamá por ti, y si eres mamá, para que te sientas acompañada y reconozcas tu propia valentía y el bien que haces a tus hijos.
En primer lugar, tenemos a Olga, quien tardó mucho tiempo en lograr ser madre y nos cuenta lo que vivió:
“Tras una larga espera de ocho años para la llegada de mi primer hija, y en el camino, la pérdida de tres hijos por abortos espontáneos, el ser madre significa un milagro, un don, un regalo. Soy una mujer privilegiada al tener la dicha de ser madre de tres hijas quienes han traído a mi vida una alegría inimaginable”.
Otro testimonio es el de Mónica, quien es mamá de un joven especial de 16 años que tiene autismo y nos cuenta:
“Mi niño aún no me dice mamá y no lo llevo a la escuela regular, o a los partidos de fútbol, pero su sonrisa y su ternura no las cambio por nada. Puede ser que haya renunciado a una exitosa carrera de abogada para atender las necesidades de mi hijo, pero la satisfacción de sus pequeños logros tampoco los cambio por nada”.
Ojalá que estos testimonios nos ayuden a valorar el trabajo de todas las mamás. Es necesario tener una sociedad más comprensiva con las madres porque las necesitamos. Celebremos a nuestras madres y démosle las gracias por todo lo que nos dan. A todas ellas nuestro reconocimiento por dar al mundo un mensaje de amor incondicional y de esperanza. ¡Muchas felicidades!
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