El 3 de mayo del año en curso se presentó ante el Congreso de Jalisco una iniciativa de decreto para reformar el artículo 44 de la Ley de Educación Superior de esa entidad [1]. Esta iniciativa tiene como objetivo que “las Escuelas de Educación Superior garanticen el apoyo para la permanencia y culminación de sus estudios a mujeres en edad reproductiva, embarazadas o en etapa de lactancia” [2].
De acuerdo con la exposición de motivos de esta iniciativa, se ha visto que las instituciones de educación superior no cuentan con programas académicos flexibles, presenciales o en línea, ni con los protocolos necesarios en caso de que alguna estudiante quede embarazada. Hay que considerar que la gran mayoría de las mujeres que cursan estos niveles (licenciaturas y posgrados) se encuentran en etapa reproductiva. Dentro de esta propuesta se plantea considerar la creación de un protocolo por parte de cada universidad de dicho estado donde se contemplen las líneas de actuación y apoyo a las estudiantes embarazadas, a fin de facilitar la permanencia en sus estudios y a la vez atender su embarazo y la lactancia cuando sea el momento [3].
Asimismo, la exposición de motivos de esta iniciativa pone ejemplos de otros países como Puerto Rico y Costa Rica en las que se otorgan algunos apoyos a las mujeres embarazadas estudiantes de educación superior, tales como asesoría profesional durante el embarazo, asistencia médica, ayuda económica y áreas de lactancia [4]. También en la iniciativa se resalta la importancia de la lactancia materna. Se mencionan los beneficios de la leche materna de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), y se subraya que es un alimento natural idóneo para los niños desde su nacimiento y hasta los dos años de edad. En ese mismo orden de ideas establece que de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), “el Estado debe promover la eliminación de los obstáculos sociales, laborales y culturales que limitan o desincentivan su práctica, así como generar condiciones que la favorezcan” [5].
De esta manera, en la reforma al artículo 44 de la ley citada, se propone agregar un inciso “c” a las medidas a las que se compromete el Estado en el ámbito académico de su competencia de la siguiente forma (hemos resaltado en negritas, el agregado [6]:
“Artículo 44.
1. El Estado reconoce la importancia y coadyuvará a garantizar que las instituciones de educación superior se constituyan como espacios libres de todo tipo y modalidad de violencia, en específico la de género, y de discriminación hacia las mujeres, para garantizar el acceso pleno al derecho a la educación superior.
2. En el ámbito de su competencia, conforme a sus procedimientos normativos y de acuerdo con sus características, las instituciones de educación superior promoverán, entre otras, la adopción de las siguientes medidas (…):
II. En el ámbito académico (…):
c) Emisión de programas, protocolos y realización de acciones que garanticen el acceso, la continuidad y culminación de la educación superior de las mujeres en todas las etapas de su vida reproductiva y que promuevan, dentro de la institución educativa a la que asista, la lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida de la niña o el niño, respetando la autonomía y decisión de las estudiantes”.
Nuestra coordinadora general, Alison González, tuvo la oportunidad de platicar con Francisco (Fran) Elizalde respecto a esta reforma. Fran es originario de Guadalajara, es graduado de la licenciatura en Ciencias de la Familia de la Universidad Anáhuac, y formó parte del equipo de personas que presentaron la iniciativa a la que nos referimos en este blog.
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Alison preguntó a Fran de dónde surgió la iniciativa de ley nombrada como “Ley a favor de la certeza jurídica para las mujeres universitarias en situación de embarazo y lactancia con perspectiva de familia”. Fran mencionó que esta iniciativa surgió porque una amiga de él que cursaba la universidad estaba embarazada, dio a luz, y por parte de la institución hubo muchas trabas para que continuara sus estudios, por lo que la joven estuvo a punto de darse de baja. Expresó que la universidad no la iba a expulsar por haber estado embarazada, sin embargo, no fue de apoyo para que ella continuara con su carrera. Por exponer algunos ejemplos, Fran mencionó que la universidad solo le dio una semana de cuarentena, algunos profesores le permitieron asistir con el bebé, mientras otros no.
Por este motivo, Fran y quienes la apoyaron empezaron a hacer una investigación jurídica, estadística, de transparencia, etc., y se dieron cuenta de que había lagunas jurídicas, por las que la universidad no contemplaba la situación de mujeres universitarias embarazadas y en situación de lactancia. Esto no solo en la institución en cuestión, sino en universidades públicas, privadas, e incluso en otros estados y países en donde es sumamente complicado conjugar ser mamá y estudiante al mismo tiempo.
Así a este equipo de personas se les ocurrió hacer una iniciativa y presentarla en el estado de Jalisco. Fran comentó también que para hacer la iniciativa pensaban que la universidad no debería ser obstáculo para que una mujer estudiante que estuviera embarazada o lactando, pudiera seguir estudiando. Por este motivo, se les ocurrió que la autoridad debería exigir a la universidad tener un protocolo para resolver estas situaciones. Asimismo, Alison le preguntó cómo fue que decidieron dar el paso de buscar a un diputado o diputada para presentar esta iniciativa. Fran le contestó que una profesora había sido diputada federal, por lo que logró asesorarlos y ponerlos en contacto con las personas correspondientes. Le presentaron entonces la iniciativa a la diputada Mirel Montes y ella desde el primer momento la acogió, la cabildeó, y convenció a las demás diputadas por lo que al poco tiempo se presentó para ser dictaminada. Actualmente la iniciativa está en una etapa de comisiones, está siendo evaluada y se prepara su difusión, según dijo.
Fran comenta que él veía muy importante esta iniciativa no solo por las mujeres que han pasado por esa etapa o la van a pasar, sino también por las condiciones laborales que estas mujeres tendrán y las condiciones que tendrán sus hijos. Comentó: “Es importante generar oportunidades laborales para una mujer desde la educación, porque con una carrera ya tendrá mejores oportunidades económicas y no solo para ella, sino para su familia”.
Asimismo Alison comentó que a veces parece que hay fuerzas contrarias en los congresos, pero el tema de apoyo a mujeres universitarias en situación de embarazo y lactancia, prácticamente involucra a todas las mujeres. Señaló que es muy factible que por solidaridad tanto las mujeres como los hombres apoyen este tema. Agregó que este tipo de iniciativas deben pasar por unanimidad, ya que ¿quién en su sano juicio impediría a una mujer embarazada seguir estudiando?
Por otra parte, Alison le preguntó a Fran qué quería decir el término “perspectiva de familia” en el nombre de esta iniciativa, pues llama la atención que se le ponga de esta forma y no “perspectiva de mujer”. Fran comentó que si vamos más allá, el problema relacionado con las mujeres estudiantes embarazadas y en lactancia, es posible observar que el apoyo lo obtienen de su familia. Por este motivo, por ejemplo, un familiar es el que pudiera llevar al bebé a la escuela para que su mamá le dé leche materna o para cuidarlo mientras ella toma clases. Alison además preguntó si hay algunos otros puntos en la iniciativa, a lo que Fran respondió que el objetivo principal de esta propuesta es la reforma del artículo 44 mencionado y que no lleva mayor presupuesto para el Estado sino su difusión. Mencionó también que en Jalisco hay alrededor de 133 000 mujeres en la universidad, justo en una etapa en la que pueden ser mamás. Dijo además que uno de los retos que tienen es llevar esta iniciativa a todo el país.
Esperamos que esta propuesta de ley se apruebe y se expanda en todos los estados de la República Mexicana. Que el ejemplo de este joven al proponer esta iniciativa nos haga despertar sobre las verdaderas necesidades de las mujeres, pues no tienen por qué renunciar a ningún aspecto de su feminidad como es su capacidad potencial de ser madres para lograr sus metas. En este sentido, deben recibir todo el apoyo para continuar, en este caso estudiando, ya que eso repercutirá en beneficios no solo para ellas sino para sus familias y, en consecuencia, para toda la sociedad mexicana. Apoyar a una mujer embarazada no es hacerle un favor a ella, sino hacérselo a todos los mexicanos.
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Fuentes:
[2] https://congresoabierto.congresojal.gob.mx/detalle_iniciativa/2723/53151
[4] Ibíd.
[5] Ibíd.
[6] Ibíd.