Caso Beatriz: la nueva amenaza para imponer la legalización del aborto

La semana pasada se difundió por varios medios de comunicación un caso que sucedió en el 2013 en El Salvador. Se trata de un asunto judicial que ha llegado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y cuya resolución es de gran relevancia pues de ello depende el que se imponga el aborto para toda América Latina. De acuerdo con la CIDH se solicita se declare responsabilidad internacional a El Salvador porque supuestamente impidió cometer aborto a una chica llamada Beatriz, debido a que la legislación de ese país lo prohíbe. 

 

La CIDH considera que se violaron los derechos a la vida, la integridad personal y derechos a la salud de Beatriz, sin embargo, ignora los mismos derechos que se violarían al quitarle la vida a su bebé en el vientre de su madre, pues con el aborto siempre se elimina una vida y se pone en riesgo la salud de la madre [1]. Además, también pasa por alto otros aspectos importantes, como el respeto a la soberanía de El Salvador, país cuya legislación protege la vida de los hijos en gestación y no permite el aborto bajo ninguna causa.  

 

Beatriz era una joven de 22 años de edad que padecía de lupus, una enfermedad autoinmune que ataca los tejidos sanos del cuerpo. Es importante subrayar que ella tuvo un primer hijo en marzo del 2012, ya habiéndosele diagnosticado previamente el lupus. El bebé tuvo que nacer por cesárea, debido a algunas complicaciones relacionadas con la preeclampsia y estuvo internado alrededor de 38 días pero finalmente logró salir adelante. En ese entonces un médico le recomendó a Beatriz esterilizarse por su enfermedad, sin embargo, ella no acudió a la cita programada porque consideraba la posibilidad de tener más hijos [2].

 

Beatriz volvió a embarazarse en febrero del 2013 y en marzo los médicos diagnosticaron que su bebé tenía anencefalia, una malformación congénita por la que faltan partes del encéfalo y el cráneo y que ocasiona que el bebé tenga pocas probabilidades de sobrevivir fuera del útero. De acuerdo con el Global Center for Human Rights, grupos abortistas presionaron a Beatriz para que promoviera un amparo y pudiera abortar. La manipularon diciéndole que si continuaba el embarazo ponía en riesgo su vida y que dejaría huérfano a su primer hijo. Era tanta la presión, que llegaron a mentirle y decir que la enfermedad de Leilani —así es como Beatriz llamó a la bebé que esperaba— hacía de ella “un ser humano que no estaba realmente vivo” [3]. ¿Acaso era una piedra?

 

En mayo del 2013 la Sala Constitucional de El Salvador negó el amparo a Beatriz, pues consideraba que no hubo omisión por parte de las autoridades demandadas que hubiera ocasionado un grave peligro a los derechos a la vida y a la salud de Beatriz [4]. Ella tuvo a su bebé el 3 de junio del 2013 por cesárea, sin complicaciones. La niña duró aproximadamente 5 horas viva recibiendo el amor de su madre y finalmente falleció. Beatriz continuó recuperándose y no tuvo ninguna secuela negativa por su embarazo. Visitaba regularmente la tumba de su hija. Posteriormente, en octubre del 2017 Beatriz falleció por un accidente de tránsito que no tenía nada que ver con su enfermedad. Sin embargo, diez años después, el caso llegó a la CIDH y buscan resolver si El Salvador violó los derechos de Beatriz a pesar de que nada tiene que ver la causa de su fallecimiento con haber dado a luz a una bebé [5].

 

Como podemos observar, este caso tiene varias situaciones que es importante destacar en relación con Beatriz, contrariamente a lo que los grupos abortistas mencionan:

 

  • Si bien es cierto que Beatriz tenía una enfermedad que le causó complicaciones en su primer embarazo, también lo es que según se observa en la información proporcionada, no las tuvo en el embarazo de Leilani, sino solo la bebé.
  • Además, Beatriz manifestó su deseo de volver a embarazarse después de su primer hijo por lo cual no accedió a esterilizarse a pesar de su enfermedad.
  • Beatriz amaba a su hija ya que le puso un nombre y acudía a visitarla a su tumba.

En relación con Leilani:

 

  • Es importante destacar que aunque padeciera una enfermedad congénita, eso no da derecho a que otras personas decidan sobre su derecho fundamental a la vida porque no es lo mismo fallecer por una enfermedad congénita a que alguien mate a un hijo o hija por razón de su enfermedad. En otras palabras, nadie tiene derecho a decidir si una persona merece vivir o no por ningún motivo, ni por su condición de salud, de raza, de sexo o de cualquier otra característica que sea causa de discriminación. 
  • Tan es así, que Leilani nació, estuvo viva 5 horas, fue atendida por su madre y después falleció. Si bien es cierto que esta situación de perder a un hijo es dolorosa para cualquier madre, no tiene comparación con el mal que subyace en provocarle la muerte a su propio hijo por medio de un aborto, dolor que desgraciadamente niegan los grupos a favor del aborto. Existen testimonios y evidencia médica de muchas mujeres que al someterse a un aborto provocado sufren efectos adversos de tipo psicológico y físico.

Asimismo es contradictorio que la CIDH pretenda resolver sobre si El Salvador violó el derecho a la vida, a la salud y a la integridad física de Beatriz, entre otros derechos, ya que ella en todo momento recibió la atención médica adecuada en sus dos embarazos y vivió varios años más con su enfermedad, falleciendo lamentablemente por un accidente. Por otra parte, la CIDH olvida en absoluto el derecho a la vida, a la salud y a la integridad física de Leilani, derechos que fueron respetados desde el momento en que se le atendió desde su etapa de gestación y hasta las horas que duró viva, recibiendo el cariño de su madre y atención médica.

 

Por todos estos motivos, El Salvador no violó los derechos ni de Beatriz ni de Leilani, por el contrario, respetó los derechos de ambas mujeres en sus distintas etapas de vida, específicamente el derecho a la vida, a la salud y a la integridad física. Este caso, a todas luces, está siendo manipulado y utilizado por grupos abortistas que en ningún momento buscan proteger la vida y la salud de las mujeres.

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La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) terminó el jueves 23 de marzo la primera audiencia en relación con este caso, y ahora queda pendiente su deliberación para emitir sentencia en aproximadamente seis meses [6].

Fuentes:

[1] https://www.corteidh.or.cr/docs/tramite/beatriz_y_otros.pdf 

[2] Ibíd.

[3] https://casobeatriz.org/

[4] https://www.corteidh.or.cr/docs/tramite/beatriz_y_otros.pdf

[5] https://casobeatriz.org/

[6] https://www.elsoldemexico.com.mx/mundo/cidh-concluye-primera-audiencia-sobre-el-aborto-en-el-salvador-9808426.html






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