¿El machismo está en el ADN del mexicano?

¿En qué piensas cuando escuchas la palabra machismo? Casi de forma automática la palabra nos genera rechazo a las mujeres. Y es que la relacionamos con desigualdad, injusticia, maltrato… y no sin razón. Por ser un tema que puede afectar en mayor o menor medida a las mujeres, quisimos hacer una reflexión más profunda al respecto.

 

Para ello, invitamos a charlar sobre este tema a José Belío, quien es licenciado en Ciencias de la Familia, tiene una Maestría en Psicopedagogía y es candidato al Doctorado en Liderazgo e Instituciones por la Universidad Anáhuac. Además tiene estudios en coaching, diálogo, adicción a la pornografía, entre otros estudios. Esta plática se transmitió en nuestra página de Facebook, la puedes encontrar en la siguiente liga: https://www.facebook.com/undiaportodasoficial/videos/648606653382030.

 

Alison González, coordinadora del movimiento Un Día Por Todas, fue quien estuvo a cargo de la entrevista con José Belío. A continuación te compartimos algunas ideas interesantes que se abordaron en esta plática.

Alison abrió la conversación preguntando a José si el machismo forma parte del ADN de los mexicanos. Comentó que por los recientes festejos del mes patrio, es un tema que puede surgir al pensar en la cultura mexicana, y ella se preguntaba si realmente es una característica que define al mexicano, si es quizá una ideología y si se está enseñando a las nuevas generaciones. 

 

José comentó que el machismo es una actitud, es una forma de vida que genera cultura. Comentó que el machismo no está en el ADN de los hombres mexicanos, sino que se empezó a crear ese contexto en el que se realizaban ciertas acciones en contra de la dignidad de las personas —concretamente de las mujeres— para sobresalir. También dijo que lo que sí está en el ADN del hombre es el conquistar, el deseo de lucha. Mencionó que en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el machismo se define como una actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres [1]. Un ejemplo es decir que una mujer no puede tener un trabajo por el hecho de ser mujer, comentó. Para nuestro invitado el machismo es una ideología y es errónea. También mencionó que por supuesto los hombres y las mujeres no somos iguales en cuanto a nuestras características, pero sí en dignidad.

 

Por otra parte, José Belío comentó algo interesante: cuando el hombre se siente inseguro es cuando busca darse un lugar a través de imponerse por su fuerza. José contó una anécdota que le ocurrió hace 20 años, cuando estaba en su juventud y etapa para conocer chicas. Salió con una joven y al momento en que iban a subir al carro le quiso abrir la puerta, sin embargo, ella no lo dejó y le dijo que “ella podía”, refiriéndose a que ella misma podía abrir la puerta. Él comenta que su intención siempre fue ser servicial y caballeroso. Esa anécdota lo marcó y lo dejó pensando mucho sobre el tema. 

 

José señaló que no podemos llegar al punto de juzgar negativamente todo lo que hace el hombre con respecto a la mujer, con tal de lograr una igualdad mal entendida. Otro tema que salió en la conversación es sobre algunas acciones que se implementan para combatir el machismo y proteger a las mujeres. Por ejemplo, en el transporte público de la Ciudad de México, el gobierno ha designado espacios exclusivamente para las mujeres. Alison comentó que no tendríamos que tener vagones del metro separados en un principio, pues la convivencia entre hombres y mujeres no debería significar una amenaza para las mujeres, sin embargo, por la situación de inseguridad que ellas viven es una medida que se tuvo que implementar para su cuidado. 

 

José Belio expresó: “Hay una situación de superioridad física del hombre por su fuerza, musculatura y estatura con respecto a la mujer, por lo cual los hombres estamos obligados a cuidarlas. Nuestra fuerza y cuerpo es un recordatorio de cuidar a lo valioso que es la mujer”. Dijo que es triste llegar a ese tipo de acciones, como el separar vagones del metro, porque a muchos hombres se les olvida que deben cuidar a la mujer. Además mencionó que el machismo se aprende porque la naturaleza del niño es proteger, por lo que se necesita darle un giro a la educación que hoy se da sobre ese tema. Recordó un video en el que aparecían niños varones de entre 6 y 9 años. Los pusieron junto a una niña y les preguntaban qué les gustaba de ella. Algunas de las respuestas fueron: su cabello, sus ojos, su sonrisa, etc. Luego pidieron a los niños que le dieran un golpe a la niña. Todos los niños se quedaron confundidos por lo que se les pidió y se negaron a hacerlo. Al preguntarles por qué no lo hicieron, un niño respondió: “no está bien pegarle a una mujer”, otro dijo: “a una mujer no se le debe tocar más que con el pétalo de una rosa”, y otro más dijo: “no porque soy hombre”. José comentó que los hombres deben reconocer en su dignidad la responsabilidad que tienen respecto a las mujeres. Su fuerza es para cuidarlas y protegerlas, no para dañarlas.

 

En otro orden de ideas, Alison comentó que ahora el otro extremo es atacar al hombre y buscar hacerlo sentir menos y culpable por los sufrimientos que a lo largo de la historia han vivido las mujeres. Le preguntó a José cuál pudiera ser el justo medio para sanar heridas que de alguna u otra forma las mujeres tenemos debido a esta situación. Nuestro entrevistado contestó que lo más importante es reconocer que estamos heridos, así como perdonar nuestra historia. Mencionó que no es bueno generalizar con ideas como: “todos los hombres son malos, pegan o son abusivos”. Después, reconocer que somos diferentes y respetarnos. Por ejemplo, el hombre puede decir que necesita cenar cuando llega del trabajo, pero aunque sea esa su necesidad, debe pensar en que a veces debe adaptarse a la situación del proyecto de vida de una familia y llegar a acuerdos con su esposa. Hoy tenemos más consciencia de las cargas de trabajo de las mujeres en la crianza y las tareas de la casa, sobre todo cuando los hijos son pequeños, y mucho más hay que considerar esta situación si la mujer trabaja. Las cosas ya no son como antes y es bueno. Por otra parte, José Belío comentó que la pornografía genera que el hombre ya no luche por conquistar a una mujer porque la tiene a la mano —al alcance de un clic— y cree que no tiene que esforzarse. José también comentó que a veces las mujeres fomentan el machismo cuando tratan de manera diferente a sus hijas mujeres que a sus hijos varones.

 

Alison comentó que en todo este tema del machismo, un paso antes de reconocer a la mujer es reconocer a la persona. José opinó que lo más importante es buscar el bien del otro pues de esta manera no se le pone en riesgo. Invitó a que nos comprometamos a que nuestro lenguaje sea diferente, que no sea machista o feminista, sino que más bien aceptemos las diferencias de ambos sexos con alegría. Mencionó también: “Los roles son intercambiables pero lo que no es intercambiable es la identidad, soy hombre o soy mujer. Que un niño de seis años haya dicho que no le pega a una niña porque él es hombre, es reconocer su dignidad como varón”. Asimismo dijo que es machista enviar pornografía o verla porque lo que hay detrás es un sentimiento de superioridad y que se puede denigrar a la mujer. 

 

Estas y muchas otras interesantes ideas se comentaron en esta charla. Ojalá que tengas oportunidad de verla completa en la liga que te compartimos al inicio de este artículo.

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