El 10 de mayo se celebró el Día de las Madres en nuestro país. En este día se conmemora a todas las madres mexicanas y se reconoce la importancia de su labor dentro del seno de la familia. Por este motivo, felicitamos con mucho cariño a todas las mamás que nos leen, esperamos que su vida esté llena de bendiciones y alegría. Asimismo, queremos reflexionar sobre la importancia del trabajo de una madre en cada ser humano.

 

Generalmente sucede que estamos tan acostumbrados a la presencia de las madres en nuestras vidas, que pasamos por alto la importancia de su trabajo diario y lo extraordinario de todas las acciones que realizan. Nos falta valorarlas y reconocerlas más. La autora y coach Andrea Zambrano, comenta sobre el rol de las madres: “Está muy desvalorizado y es importante darle el lugar que socialmente merece, además de dotarlo de recursos para poder ejercerlo con dignidad. En nuestra sociedad falta un empoderamiento de la madre, porque las madres tienen el poder de transformar el mundo a través del vínculo con sus hijos. Las madres tienen el poder y el privilegio de acabar con la violencia en el mundo” [1]. Sin embargo, muchas veces este importante rol pasa desapercibido, tanto en el ámbito social, como al interior de las familias. Nos hemos acostumbrado a tener a las madres, como nos acostumbramos a ver que el sol sale cada día.

 

De modo que es bueno pensar en el hermoso regalo que son las madres para no perder de vista su valor durante el ajetreo diario de la vida, y no solo el día dedicado a ellas. ¿Cuáles son las características de una madre? Primero, es una mujer, nació con la capacidad de engendrar vidas y de alimentar con su propio cuerpo a sus hijos. Su instinto natural es cuidar y proteger. Las madres no nacieron con capacidades extraordinarias ni con superpoderes especiales para criar a sus hijos. Más bien, ellas tienen un motor fundamental que las hace desarrollar capacidades que nunca pensaron tener, y crear soluciones cuando hay problemas que resolver. Este motor se activa al saberse madres y se llama amor. El amor las hace descubrir la belleza en sus hijos que tal vez nadie más puede ver y encontrar caminos donde nadie más ve la salida. Pareciera que tienen una maestría en organización, coaching, psicología, educación, nutrición y mucho más cuando de sus hijos se trata.

 

Sin embargo, las madres se cansan igual que cualquier ser humano, se entristecen y se frustran como los demás, necesitan el mismo cariño y amor que todos, y tal vez mucho más para poder sostener el suyo. Y ellas muchas veces solo se conforman con la satisfacción de ver a sus hijos salir adelante, aunque nunca se lo agradezcan. Ahondando más en ello, el sociólogo Harlow confirma que el cuidado de la madre en la vida del hijo es favorable no solo en la infancia sino también en épocas posteriores. También se ha dicho que la mujer es un miembro tan importante en una familia que su falta ha implicado que muchos hogares se disuelvan ante su ausencia. La madre, siendo “ama de casa o empleada, ejecutiva o no, es el pilar sobre el que se levantan varias vidas, y de su incansable siembra, recoge los frutos en sus hijos que formarán otras familias” [2].

 

Ahora bien, profundizando en el valor de nuestras madres, es esencial velar por su cuidado, especialmente esta es una tarea de los hijos, una vez que crecen y tienen la madurez suficiente. Es bueno que se aseguren de que su madre se dé tiempo para cuidar su salud física, mental, emocional y social. Si tú que nos lees eres madre, no te olvides de ti misma y busca momentos para tu autocuidado y para atenderte. No debemos olvidar que cuando hay una alteración en la presión de un avión, el cuidador debe ponerse primero la mascarilla de oxígeno y luego a quien cuida. De la misma manera, las madres deben cuidarse a sí mismas y no olvidar que no son mujeres superdotadas, sino simplemente mujeres llenas de amor pero que igualmente necesitan cuidado y protección. Recuerden que darse un tiempo de descanso o de soledad, de ninguna manera significa descuidar a los hijos, sino simplemente cargarse de energía y recuperar fuerzas para seguir con su hermosa labor con alegría.

 

Nuestro reconocimiento y admiración a todas las madres en su día, hoy y siempre. Gracias por decirle sí a la vida.

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