No es derecho ni es seguro: hablemos del aborto

El 28 de septiembre se conmemora lo que se ha llamado el “Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro”. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos este día se estableció en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, llevado a cabo en Argentina en 1990. El supuesto objetivo de esta medida fue el de visibilizar “el aborto inseguro y clandestino” [1]. Hay mucho detrás de esta “conmemoración” pero lo primero que tenemos que decir en Un Día Por Todas es que nos reiteramos a favor de la vida de todas las mujeres, incluyendo aquellas que viven en el vientre de sus madres. Lo que exigimos es que se respete su derecho inalienable a la vida, tanto para madres como para hijas, pues la vida de ambas es valiosa.

Son realmente ilógicos muchos de los argumentos que se han usado para “institucionalizar” la fecha en cuestión. El aborto en cualquiera de sus formas, además de quitarle la vida a un ser humano inocente, es un acto violento en contra de la mujer. Además, el aborto de ninguna manera es gratuito, se paga con los impuestos de todos los ciudadanos y no se utiliza para las verdaderas necesidades de las mujeres, como son atención médica necesaria propia de la mujer o instalación de guarderías, por mencionar algunos de los apoyos a los que debería destinarse ese presupuesto.

En Un Día Por Todas no estamos de acuerdo en que se promueva el aborto como «solución». Queremos concientizar a toda la sociedad de la importancia de respetar la vida de todas las mujeres, incluyendo las que están en el vientre materno. ¿Por qué no se toma en cuenta a estas mujeres que aún no nacen? El aborto jamás será un acto legal desde el momento en que le quita la vida a otra persona. Es imposible que un delito se convierta en un derecho y menos si atenta contra la vida humana, sin importar la etapa de desarrollo en que esta se encuentre, y esto incluye la etapa de gestación. Si se conociera el sexo de una persona en las primeras semanas de un embarazo y se descubre que es mujer, quienes promueven el aborto como “derecho” de las mujeres, ¿la dejarían vivir?

El aborto no es una solución que ayude a la mujer. La mujer embarazada necesita apoyos como educación, trabajo digno, servicios de salud, horarios flexibles o facilidades para combinar la maternidad y el trabajo, oportunidades de participación en los distintos sectores de la sociedad. Ninguna mujer debería estar sola ante un embarazo inesperado, sentirse orillada a abortar, ni quedar desprotegida ante las necesidades que surgen con el embarazo. Hay organizaciones que trabajan en favor de la mujer embarazada. Por ejemplo, VIFAC, que ofrece atención médica y psicológica, alimentación, alojamiento y todo lo necesario para ayudar a la mujer a salir adelante junto con sus hijos [2]. Asimismo, ofrece atención humana, acompañamiento, consultoría personal y regularización escolar. También apoya a las mujeres que recibe en sus instalaciones con asesoría legal en el trámite de adopciones. Ninguno de estos trámites cuesta para las beneficiarias [3]. Parte de lo que podríamos hacer como sociedad es difundir el trabajo de estas organizaciones, impulsarlas y apoyarlas. El gobierno podría crear programas similares, en lugar de promover el aborto como “solución” única a una mujer embarazada en situación vulnerable.

Seamos claras, el aborto sea clandestino o llevado a cabo en cualquier centro abortivo tiene exactamente los mismos riesgos médicos para la mujer, con la única diferencia de que los lugares clandestinos pueden carecer de las condiciones de higiene de un centro autorizado. Lamentablemente se usa el engaño de que el aborto “legal” es seguro, pero esto en realidad es aprovecharse de la  ignorancia de muchas mujeres.

Este artículo no pretende ser un tratado científico acerca de los daños que provoca el aborto, solo daremos ciertos detalles para evitar que las mujeres sean engañadas. Médicamente existen dos tipos de abortos, el farmacológico y el quirúrgico. El farmacológico, como su nombre lo dice, se comete con medicamentos que no fueron diseñados para cometer abortos, sino para tratar problemas gastrointestinales. Para los abortos se usan dosis demasiado elevadas para lograr la contracción del útero y expulsar al bebé que está dentro del vientre. Provocan un sangrado excesivo y dolores mucho más severos que los de parto, ya que se realiza en las primeras semanas de embarazo y el bebé no está listo para salir. La sustancia más común que contienen estos medicamentos es el misoprostol [4].

Ahora bien, el otro tipo de aborto es el quirúrgico, llamado “legrado”. Para realizarlo se introduce un objeto de metal afilado y se raspa el útero de la mujer para extraer al bebé, después de que con otro instrumento se dilata la vagina [5]. La otra forma de llevar a cabo un aborto quirúrgico es a través de la introducción de una “apiradora” en el útero de la mujer para extraer al bebé a través de la succión [6]. Después de leer esto, ¿crees que realmente el aborto es un procedimiento seguro para la mujer? En realidad estos procedimientos no son otra cosa que métodos inhumanos para quitarle la vida a un ser humano indefenso.

Es momento de que nosotras como mujeres abramos los ojos y no nos dejemos engañar sobre un hecho que en sí mismo no es ningún derecho para la mujer, al contrario, la violenta y le hace daño, además de quitarle la vida a su hijo.