El pasado 10 de septiembre se celebró el Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), el cual fue implementado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP, por sus siglas en inglés) y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El lema del DMPS 2023 fue: “Crear esperanza a través de la acción” y el objetivo general de este día es hacer conciencia sobre la prevención del suicidio en todo el mundo [1]. La OMS define el suicidio como “un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal”. La OMS señala que el suicidio es un problema multifactorial en donde se interrelacionan elementos biológicos, genéticos, psicológicos, sociológicos y ambientales. Asimismo, se ha demostrado que “la prevención y el tratamiento adecuado de la depresión, abuso de alcohol y otras sustancias, así como de quienes han intentado suicidarse, permite la reducción de las tasas de suicidio” [2].

 

Según datos de la IASP, el suicidio se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial para personas de todas las edades, y es responsable de más de 800 000 muertes al año, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos. En México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), “en 2015 se registraron 6 285 suicidios, lo que representa una tasa de 5.2 fallecidos por cada 100 mil habitantes. La tasa de suicidio fue de 8.5 por cada 100 mil hombres y 2.0 por cada 100 mil mujeres. Las entidades federativas que tuvieron mayores tasas de suicidio, por cada 100 mil habitantes, fueron Chihuahua (11.4), Aguascalientes (9.9), Campeche (9.1) y Quintana Roo (9.1)” [3].

 

Un fenómeno alarmante son las cifras de suicido entre los jóvenes mexicanos. En el año 2019, el INEGI informó que hubo un total de 7 223 defunciones por suicidio, de las cuales 1 078 ocurrieron en el grupo etario de 25 a 29 años, seguido de 1 058 ocurridos en el grupo de 20 a 24 años. Esto quiere decir que del total de suicidios en México en 2019, el 29% correspondió a jóvenes entre 20 y 29 años. Para el año 2020, la cifra aumentó en un total de 7 896 defunciones por suicidio, registrándose 1 151 decesos en el grupo etario de 25 a 29 años, seguido de 1 142 fallecimientos en el grupo de edad de 20 a 24 años. Finalmente, en el año 2021 se obtuvo el mayor aumento con una cifra de 8 447 decesos por suicidio a nivel nacional, de los cuales, nuevamente en el grupo etario de 25 a 29 años de edad se registró el mayor número con un total de 1 274, seguido de 1 210 casos ocurridos entre los jóvenes de 20 a 24 años de edad [4]. Aunque el porcentaje de suicidios entre los jóvenes de 20 a 29 años con respecto al total de suicidios a nivel nacional se mantuvo en 2021, sí hubo más suicidios en ese grupo de edades. Además en general hubo 16% más suicidios en México de 2019 a 2021.

 

De acuerdo con la OMS, el lema: “Crear esperanza a través de la acción” es un recordatorio de que hay una alternativa al suicidio y de que a través de nuestras acciones podemos alentar la esperanza y decir a las personas con pensamientos suicidas que nos preocupamos por ellos y que estamos dispuesto a apoyarlos. El lema también sirve como recordatorio de que la prevención del suicidio es una prioridad de salud pública y que se requieren medidas inmediatas para reducir las tasas de mortalidad por esta causa [5].

 

De acuerdo con el National Institute of Mental Health (NIMH), hay ciertos comportamientos que hablan de que alguien puede estar en riesgo de intentar suicidarse. Cuando está en esa situación, él o ella [6]:

    • Dice que se quiere morir o que quiere quitarse la vida.
    • Expresa sentir un vacío, sentirse desesperado o que no tiene motivos para vivir.
    • Dice que se siente atrapado o piensa que no hay solución a los problemas.
    • Siente un dolor físico o emocional insoportable.
    • Expresa que es una carga para los demás.
    • Se aleja de los amigos.
    • Regala objetos que para él son importantes.
    • Se despide de amigos y familiares.
    • Pone sus asuntos en orden, por ejemplo, hace su testamento.
    • Asume grandes riesgos que podrían resultar en la muerte.
    • Piensa en la muerte con frecuencia.

Según investigaciones, las mujeres intentan suicidarse tres veces más que los hombres, aunque ellos lo consuman el triple que las mujeres [7]. Sin embargo, esa tendencia de las mujeres a buscar el suicidio más que los hombres puede deberse a muchos factores, entre los cuales se encuentran los siguientes [8]:

    • Depresión y otros problemas de salud mental, o bien un trastorno por abuso de sustancias.
    • Un intento previo de suicidio.
    • Antecedentes familiares de trastornos mentales o abuso de sustancias
    • Antecedente familiar de suicidio
    • Divorcio reciente o pérdida de un cónyuge o pareja.
    • Trastornos de la conducta alimentaria.
    • Orientación sexual. Hay investigaciones que señalan que las mujeres homosexuales o bisexuales tienen mayor riesgo de cometer suicidio que las mujeres heterosexuales.
    • Violencia familiar.
    • Armas de fuego en el hogar.
    • Falta de socialización.

¿Qué hacer si estás frente a una persona que consideras que está en riesgo de suicidio? Las medidas urgentes que se han sugerido a nivel nacional e internacional son las siguientes [9]:

    1. Pregunta: “¿Estás pensando en suicidarte?”.
    2. Mantenerla a salvo: reducir el acceso de la persona con pensamientos suicidas a objetos o lugares letales.
    3. Hazte presente: escucha atentamente para saber lo que la persona en riesgo está pensando y sintiendo.
    4. Ayúdala a establecer una conexión: con una persona de confianza, como un miembro de la familia, un amigo, un asesor espiritual o un profesional de la salud mental.
    5. Mantente comunicado: mantenerse en contacto con la persona después de que tuvo una crisis puede marcar la diferencia.

 

En México existe un número de teléfono especializado conocido como la “Línea de la vida”, en donde se atienden casos de personas con problemas de adicciones y salud mental que incluyen tendencias suicidas, entre otros. La atención que se brinda son las 24 horas los 365 días del año. Ellos mencionan que el suicidio es un problema complejo y multifactorial de salud pública que se puede enfrentar mediante intervenciones oportunas basadas en datos confiables. El número telefónico de atención es 800 911 2000. Los demás canales de atención son [10]:

 

 

Si conoces a alguna persona que esté pasando por una depresión o detectas alguno de los síntomas mencionados aquí, o tú mismo los tienes, pide ayuda. Todos en algún momento pasamos por situaciones difíciles que nos llevan a pensar que no hay salida. No pierdas la esperanza, ten en cuenta que cualquier situación por difícil que sea va a pasar, no pierdas de vista la luz al final del túnel.

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