Padres ausentes, padres presentes (primera parte)

Quizá no lo sabías, pero la presencia o ausencia del padre puede influir de forma positiva o negativa en la vida de una mujer. El padre es la figura masculina más cercana que tiene una hija y, generalmente, influye en su feminidad y en la forma de relacionarse con los hombres. El respeto, protección y seguridad que un padre brinde a su hija, aportan elementos importantes en el desarrollo de su identidad femenina. Por lo anterior y en el marco del próximo Día del padre, te compartimos el presente artículo sobre la influencia de la figura del papá en la vida de una hija.

Primeramente, veamos cuál es el rol del padre en la vida de los hijos en general. La paternidad es la relación que establecen los hombres con sus hijos e hijas, enmarcada por diversos factores sociales y culturales. Esta relación va mucho más allá de lo que pueda aportar un padre en el aspecto material o como proveedor del hogar [1]. Parte de las características de un papá activo, son las siguientes [2]:

• Ser partícipe del cuidado diario, la crianza y la estimulación del hijo o hija.
• Ser corresponsable de la crianza, lo cual implica compartir con la mamá las tareas domésticas y cuidados tales como: alimentar, vestir, pasear, hacer dormir, jugar, bañar y enseñar a sus hijos.
• Estimular el desarrollo del hijo o hija en cada etapa de su vida.
• Tener una relación afectuosa e incondicional con él o ella.
• Criar de manera respetuosa, poniendo límites con buen trato. Ser un papá presente implica proveer económicamente, pero es mucho más que eso.

Ahora bien, el papel que juega el padre en la vida de sus hijas es fundamental para el desarrollo óptimo de su persona. Existen numerosos estudios y teorías que hablan sobre esta relación. Por ejemplo, el complejo de Electra, concepto creado por Carl Jung que consiste en la visión que crea la hija respecto al padre en los primeros años de vida, en la cual pasa del “enamoramiento” hasta la reafirmación de su identidad femenina y el fortalecimiento de su autoestima y autovaloración [3]. De esta manera, “el padre tiene un impacto definitivo en la vida de la niña, que crecerá sintiéndose segura de sí misma, amada por su papá y respaldada por él para enfrentarse al mundo y a las relaciones interpersonales fuera de su familia” [4]. Como podemos ver, la relación de un padre con su hija tendrá influencia en la manera en cómo ella se comportará en sus relaciones sociales, entre ellas las relaciones de pareja.

En este orden de ideas, existe una investigación dirigida por Jennifer Mascaro, profesora en la Escuela de Medicina Emory en Atlanta (EE. UU.), que consistía en que 52 padres de familia portaran un “chip” en su cinturón durante 48 horas para recuperar información sobre cómo el cerebro del hombre responde cuando interactúa con las hijas y con los hijos. Esta investigación reflejó que los padres tienden a ser más comprensivos y a ponerles más atención a los sentimientos de las hijas que a los de los hijos. También se descubrió que estos padres le hablaban a las hijas con un lenguaje más cariñoso que a sus hijos. Asimismo, se hicieron escaneos cerebrales a estos padres y se observó que cuando ellos miraban fotografías de sus hijas reaccionaban con sentimientos relacionados a la felicidad [5]. De acuerdo con la psicóloga Marie Hartwell, autora del libro Tending the Family Heart: “Los padres tienen una gran responsabilidad en la educación y el desarrollo de sus hijas. Su influencia, sea negativa o positiva, afecta directamente a la siguiente generación” [6].

Como conclusión en este apartado, se ha observado que entre otros aspectos, los padres son un modelo para las hijas en cuanto a la forma en que se relacionan con el sexo opuesto, de su padre aprenden cómo un hombre trata a las mujeres (puede aprender un buen modelo pero también uno malo). Por último, el padre tiene gran influencia en la autoestima de la hija al dirigirle comentarios positivos o negativos (sobre su cuerpo, sus capacidades, etc.) [7].

Ciertamente, en la época actual existe un fenómeno de ausencia del padre en muchas familias. De acuerdo con Ricardo Trujillo Correa, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, “en México el 40% de las familias mexicanas está conformada por una madre que se encarga de criar a los hijos, en ausencia de la figura paterna” [8]. Asimismo, se observa que existen muchas madres solteras que deben aprender a cubrir los roles de padre y madre, sin embargo, nunca suplirán totalmente al padre ni el cariño propio de la figura paterna masculina. Por otra parte, a veces la relación que las niñas tienen con su padre, no es la mejor y es importante sanar esas heridas para lograr un desarrollo óptimo [9].

Para concluir te compartimos que el próximo jueves 23 de junio, a las 7:00 p.m., se transmitirá una entrevista a dos de nuestras colaboradoras, Alejandra Yáñez y Mónica Garza, sobre el tema: «Padres presentes, padres ausentes».

Como una probadita de esta charla, Alejandra, quien tuvo un padre ausente, nos compartió: “De adolescente odiaba pensar en tener un novio o incluso casarme. Tuve muchos problemas para confiar en mi primer pretendiente, y obviamente nunca pude abrir mis sentimientos con él. Algunas mujeres podemos desarrollar extremo recelo contra los hombres, solo porque son hombres. La falta de un padre se traduce en inseguridad y miedo. Se siente una tristeza cotidiana”. Por su parte, Mónica, quien por el contrario tuvo un padre presente, nos comentó. “Mi padre me dio mucha seguridad en las decisiones que yo tomaba y en mis capacidades. Eso sí, desde muy pequeña me marcó límites y reglas que me ayudaron a formar mis propios límites. Me trató con mucho respeto y admiración y me enseñó a confiar en mí misma. Recuerdo que cuando mi mamá me ponía trabas para realizar alguna actividad, él intervenía diciendo que yo podía hacerlo”. No te pierdas esta interesante charla.