Semana Mundial de la Lactancia Materna

Del 1 al 7 de agosto se conmemoró la Semana Mundial de la Lactancia Materna en más de 120 países en el mundo. El objetivo fundamental es concientizar a la población de los grandes beneficios que genera la leche materna tanto para los bebés recién nacidos como para sus madres [1]. Es importante que los gobiernos, dependencias, empresas y lugares de trabajo creen políticas públicas eficientes y brinden facilidades para fomentar la práctica de la lactancia materna. 

Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) recomiendan que se proporcione exclusivamente leche materna al recién nacido hasta los seis meses de edad como mínimo, y que se continúe hasta los dos años de manera no exclusiva. Esto se recomienda ya que la leche materna fortalece el sistema inmunológico del bebé y es una fuente de nutrientes entre vitaminas, minerales, enzimas y anticuerpos muy importantes para un desarrollo sano [2]. Por esto se dice que la leche materna es como la primera vacuna del recién nacido. Ahora bien, en relación con la contingencia sanitaria ocasionada por el COVID-19 se ha hecho especial hincapié para que sea consumida por los bebés ya que fortalece su sistema inmunológico. Asimismo, se ha estudiado que la leche materna tiene el potencial de evitar el 12% de las muertes entre los niños menores de 5 años [3]. Entre otros beneficios que aporta la leche materna al bebé, podríamos enumerar los siguientes [4]:

• Está siempre a la temperatura adecuada.
• No requiere preparación y siempre está disponible para los bebés.
• Garantiza el acceso a una cantidad suficiente y segura de alimentos nutritivos.
• Tiene anticuerpos que protegen de diarrea, alergias, asma e infecciones respiratorias.
• Disminuye el riesgo de desnutrición.
• Reduce de 1.5 a 5 veces el riesgo de muerte súbita.
• Contiene los nutrientes necesarios para su óptimo crecimiento.
• Es de fácil digestión, lo que disminuye los cólicos del bebé.
• Tiene los líquidos y electrolitos suficientes para su hidratación.
• Tiene la mejor cantidad de hierro, calcio, magnesio y zinc.
• Favorece el desarrollo emocional e intelectual.
• Ayuda a desarrollar un lenguaje claro en edades tempranas.
• Disminuye la probabilidad de desarrollar en la edad adulta enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, diabetes, leucemia e hipercolesterolemia.
• Hace que los bebés logren un mejor desarrollo cerebral.
• Protege contra caries dental y reduce el riesgo de realizar ortodoncia en la infancia y la adolescencia.

Por otra parte, no solo el bebé obtiene beneficios al consumir la leche materna, sino también la mujer. Entre ellos se encuentran los siguientes [5]: 

• La recuperación tras el parto será más temprana.
• Fomenta el contacto afectivo con el bebé.
• Reduce el peso aumentado durante el embarazo.
• Ayuda a prevenir hemorragias después del parto.
• Ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario.
• Ayuda a prevenir la depresión posparto.

Como comentamos en un artículo anterior, al referirnos a las políticas públicas en beneficio de la mujer, es necesaria la existencia de centros de lactancia dignos para que la mujer pueda alimentar a sus hijos pequeños mientras trabaja. UNICEF considera a la mujer como parte fundamental en las políticas orientadas a la familia, al decir que deben abarcar “el proceso de desarrollo y crianza de los hijos desde el embarazo hasta la edad escolar” [6]. En cuanto a la lactancia materna, la UNICEF expresa que “es posible tener una lactancia materna exitosa y trabajar al mismo tiempo” [7]. 

Recordemos que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en conjunto con la Secretaría de Salud, el IMSS y la UNICEF, publicaron la “Guía para la Instalación y Funcionamiento de Salas de Lactancia” [8]. En ella se menciona que el Estado debe fomentar la lactancia y eliminar los obstáculos para realizarla, así como crear las condiciones necesarias para favorecerla [9]. En esta guía se mencionan los beneficios de la lactancia materna para las madres y sus hijos, así como algunos para las empresas que la fomentan y protegen, entre los que se encuentran [10]:

• Disminuye el ausentismo laboral (por enfermedad de la madre, hija o hijo). 
• Asegura la reincorporación al trabajo posterior a la licencia de maternidad. 
• Se obtiene mayor compromiso y sentido de pertenencia de las trabajadoras. 
• La empresa da testimonio del verdadero apoyo a las mujeres. 
• Incrementa la satisfacción de las empleadas al combinar la maternidad y el trabajo.
• Posiciona a la empresa como un referente en igualdad de género y responsabilidad social. 
• Ahorro en costos de atención a la salud.

Por último, la guía menciona que los centros de trabajo dispondrán “de una sala de lactancia para que cualquier madre trabajadora que así lo desee pueda amamantar o extraer y conservar su propia leche en un lugar higiénico, privado, confortable, tranquilo y accesible” [11].