Testimonio de Edith Eger, sobreviviente del Holocausto

El 27 de enero fue proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto. La primera vez que se realizó fue en el año 2006 y su objetivo es concientizar sobre los crímenes cometidos por los nazis en ese terrible suceso y evitar que se puedan repetir en el presente. En el 2019, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, comentó sobre esta conmemoración: “Estamos viendo cómo la intolerancia se asienta en el curso normal de la política, atenaza a las minorías, a la comunidad musulmana, a las personas migrantes y refugiadas, y se aprovecha de la ira y la ansiedad que aflora en un mundo cambiante. Ahora más que nunca debemos unirnos en la lucha por los valores universales y construir un mundo de igualdad para todos” [1].

 

Ahora bien, con motivo de la conmemoración mencionada, queremos compartirte la historia de una admirable mujer sobreviviente del Holocausto y que aún se encuentra entre nosotros, dando testimonio de fe y esperanza ante las adversidades. Ella es la Dra. Edith Eger, y quién mejor que ella para decirnos que pase lo que pase, debemos seguir adelante y no darnos por vencidas en nuestras luchas cotidianas.

 

Edith Eva Eger nació el 29 de septiembre de 1927 en Eslovaquia y sus padres son de origen judío húngaro. Edith estaba estudiando gimnasia pero en 1942, cuando el gobierno húngaro dictó nuevas leyes antijudías, fue excluida de la selección de gimnastas que participarían en los juegos olímpicos. Ese mismo año, su familia fue trasladada a un gueto, a excepción de su hermana Clara que fue seleccionada para estudiar en un Conservatorio de Budapest como pianista. En 1944 su padre fue llevado a hacer trabajos forzados. Edith, su madre y su hermana Magda fueron trasladadas a Auschwitz en tren y al llegar, su madre fue separada para morir en la cámara de gas mientras que a ella y a su hermana las pusieron en la fila de los jóvenes. Así fueron trasladadas de un campo de concentración a otro, sufrieron las peores atrocidades, hasta que fueron rescatadas un año después en 1945 por el ejército norteamericano [2].

 

Una de las publicaciones de Edith Eger es el libro titulado “La bailarina de Auschwitz”, publicado en 2017, en donde ella narra con lujo de detalles toda la experiencia que vivió antes, durante y después del Holocausto. Ella cuenta que al ser rescatadas ella y su hermana Magda se encontraban a la intemperie, en medio de muchos cuerpos, pensaba que era su fin. Edith pesaba muy poco y no se podía mover, por lo que al trasladarla a una casa la colocaron en una cuna por lo poco que pesaba, tardó mucho en recuperarse y poder moverse mejor. Edith narra que al regresar a su casa encontraron a su hermana Clara y así volvieron a empezar a vivir su vida las tres hermanas. Edith se casó y finalmente se fue a vivir a Estados Unidos. Empezó a estudiar psicología cerca de los 40 años y se doctoró [3].

 

Posteriormente, en 2020, se publicó su obra “En Auschwitz no había Prozac”, en la que ya no se centra tanto en su historia, sino en la forma en que logró salir adelante ella con sus conocimientos de psicología. Se puede decir que ambos libros son dos cursos intensivos de esperanza y fe en medio de las adversidades. Ella cuenta en 12 capítulos lo que llama en sus palabras “12 consejos de una superviviente para curar tus heridas y vivir en libertad”. Este libro se basa en su experiencia como sobreviviente y cómo sanó sus heridas, así como el tiempo en que ha trabajado como psicóloga ayudando sus pacientes. Ella narra cómo tiempo después de que salió de esa experiencia aterradora, todavía los recuerdos la abrumaban, hasta que un día decidió leer la obra “El hombre en busca de sentido”, de Víktor Frankl, quien también había sido sobreviviente del Holocausto. Lo conoció personalmente y fue su mentor [4]. Edith aprendió que la libertad no solo se conquista de manera física, sino que lo más importante es liberarse de forma mental y emocional.

 

Actualmente Edith Eger tiene 94 años y sigue dando conferencias y ayudando a muchas personas a través de sus terapias y sus libros. Como puedes ver, las publicaciones de sus libros sucedieron después del 2015. Ella tuvo que cambiar sus planes de vida de una manera radical y no por voluntad propia. Edith durante su adolescencia quería ser una gran gimnasta. Cuando yacía tirada en medio de un montón de cuerpos en el campo de concentración, jamás pensó que podría seguir viviendo, hasta que uno de sus rescatadores logró ver que movía una mano. Al paso de los años ella se convirtió en una excelente psicóloga, admirada actualmente por todo el mundo y ha ayudado a muchas personas. Edith nos muestra cómo puede suceder que a veces, cuando pensamos que nuestros planes están arruinados y que no cumplimos los sueños que añorábamos, la vida nos muestra otras sendas que nos pueden llevar a conocer capacidades que no sabíamos que teníamos y a realizar sueños mucho más amplios que los que teníamos antes. Solo es cuestión de tener esperanza y aunque a veces el panorama se vea todo gris, no hay que dejar de confiar porque la vida nos puede mostrar otro horizonte mejor.

Por último, te recomendamos ampliamente la lectura de los libros que te presentamos en este blog. Asimismo te compartimos la página de Facebook de Edith Eger en donde ella sigue haciendo publicaciones continuamente: https://www.facebook.com/dreditheger

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Fuentes: 

[1] https://www.cndh.org.mx/noticia/dia-internacional-de-conmemoracion-anual-en-memoria-de-las-victimas-del-holocausto 

[2] https://elpasoholocaustmuseum.org/eger-dr-edith-2/ 

[3] Eger, Edith (2017). La bailarina de Auschwitz. México: Planeta.

[4] Eger, Edith (2020). En Auschwitz no había Prozac. México: Planeta.

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